Los fantasmas del antiguo Banco de la Nación

28 de julio del año 2000. El ex-presidente, Alberto Fujimori, iba a asumir por tercer mandato consecutivo la banda presidencial. Sin embargo, en la Avenida Abancay se congregaba una multitud de adultos de distintas edades, partidos y grupo sindicales, todos ellos liderados por el que sería posteriormente presidente del país: Alejandro Toledo, cabeza de Perú Posible. "La Marcha de los 4 suyos" transcurría en dirección al Congreso de la República cuando en la cuadra 8 del Jirón Lampa, a poco menos de 50 metros de la histórica Plaza San Martín uno de los edificios más importantes de Lima empezó a arder.

 
Antiguo Banco de la Nación

Los cajeros de la sede central del Banco de la Nación, ubicados en una puerta lateral del edificio comenzaron a emanar humo producto de delincuentes infiltrados en la movilización. No había rastros de la policía y los guardias de turno mitigaron el fuego como pudieron llegando a controlarlo, sin embargo, desde el edificio del JNE caían bombas molotov y botellas con gasolina que rápidamente hicieron renacer el fuego sin posibilidad de mitigarlo. En cuestión de minutos, los vidrios del frontis del edificio estallaron y el fuego ascendió por los murales de la institución. Segundos fueron suficientes para que los primeros pisos ardieran.

Había quince trabajadores, entre supervisores y vigilantes, dentro de las instalaciones del Banco de la Nación cuando el siniestro empezó. En el sótano se encontraba el vigilante de piso de turno, José Ramírez Chávez, quien fue el primero en percatarse del fuego. Subió rápidamente a la primer planta y se encontró con un escenario devastador: oficinas, alfombras y cuadros se fundían en las llamas, al ser material altamente inflamable, el humo escaló rápidamente. Los catorce hombres y José Ramírez estaban atrapados.

José seguía subiendo por el edificio en donde sólo encontraba víctimas, uno de sus compañeros, José Valverde Baltazar estaba inconsciente pero vivo cerca de las escaleras, sin embargo, era un hombre corpulento y a José con 26 años, no pudo sostenerlo. En el quinto piso, otros compañeros evaluaban cómo escapar. Rompieron una ventana y con cortinas elaboraron una especie de cuerda por la que descenderían posteriormente aguantando las quemaduras ligeras del cuerpo. Diez minutos después, el quinto piso colapsó.

Hora y media después, las unidades de bomberos de Lima y Callao llegaron. José y sus compañeros fueron trasladados a un hospital del Centro de Lima. 5:25 de la tarde se inició la búsqueda de los otros trabajadores desaparecidos, horas después se confirmó que no pudieron lograrlo. Poco después se concretó que 5 trabajadores habían muerto por asfixia y 1 quemado, José Valverde.

Investigaciones posteriores revelaron que éste sería el "Plan Escorpión" y había sido realizado por militares leales a Montesinos para desacreditar el partido de oposición, más edificios estatales estaban en la mira. El Ministerio Público solicitó penas de hasta 30 años por homicidio calificado, sin embargo, sólo se determinaron 10 años para la mente detrás de estos siniestros junto a otros altos mandos policiales de la época.

Actual Plaza Colmena

En el 2006, Alejandro Toledo construyó una plaza en el mismo sitio, cerca de la estación de Metropolitano, Colmena, para conmemorar a los trabajadores fallecidos. Sin embargo, algunas personas que pernoctan en la plaza aseguran que sobre las 3:30 de la madrugada se puede escuchar el sonido del fuego devorando materiales a su paso y además, para los que prestan atención, la voz de un vigilante que silva tranquilo, mientras agita sus llaves y parece hacer su guardia nocturna. ¿Será acaso José Valverde que en una pos vida sigue ejerciendo sus labores de centinela del Banco de la Nación?

Puedes encontrar más información sobre este crimen al Estado aquí.

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